Vienen revueltas las aguas del Pisuerga. Los socialistas se ven ofendidos por el impertinente comentario del Alcalde pucelano sobre la ministra reparte-condones. Básicamente piensan que España, y por ende, Valladolid, han de paralizarse y esperar a que Mariano Rajoy eche del PP a De la Riva. Si no, España no podrá seguir tan bien como hasta ahora. Que poca vergüenza. Durante más de 6 años hemos tenido que aguantar a esta tipeja trepa, ignorante, rencorosa y deslenguada, y ahora que alguien se salta el guión de la diplomacia, dice en alto una milésima parte de lo que cualquier ciudadano piensa, se quieren hacer el hara-kiri.
Lo mejor es que en la sede del PSOE en Valladolid estarán en estado de sitio. Los buitres y las ratas han despegado el vuelo y ya ven a Oscar Puente en la Alcaldía, puesto soñado durante los últimos veinte años. Pero nada más lejos de la realidad. El año que viene, pese a estos gestos, reprobables, todo hay que decirlo, del Alcalde de Valladolid, volverá a ganar, y los socialistas volverán a su día de la marmota, preguntándose qué tendrá este Alcalde tan malo, al que tanta gente vota.
Y pidiendo dimisiones, no sé como los socialistas tienen la poca vergüenza de no pedir la de ZP y sus secuaces o la del impresentable Alcalde de Getafe, que se despachó a gusto contra los votantes del PP. Es la justicia del PSOE.
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