Ahí están todos. El Cejas, Nosferatu, La Morritos, La Trini y el resto de la troupe. Ni sacados de un bodrio de Almodovar. Todos sonrientes. Ganan margen para seguir desgobernando. Pero ahora tienen ya un plan: un año y medio para maquillar cifras y lavar imagen. Con el control de la policía, el CNI, el INE y hasta la madre de la Chochi, van a manipular todo lo manipulable para volver a dar un golpe de estado en las elecciones del 2012. Lo de menos es cómo dejen el país. Al final sólo les importa mantenerse en el poder. Los palmeros, preparados. Será un año y medio de recuperación sorprendente. Se acabó la crisis. Con Felipe Glez. de nuevo al lado. Un equipo renovado.
De entrada, un golpe a ETA que, por casualidad, se produce a escasas horas de la toma de posesión de los nuevos. Luego vendrán más cosas de Gürtel, de otros escándalos del PP, y hasta de la estupenda talla de condones que la Pajín le regala a Zerolo.
Malos vientos soplan para los españoles. Los borregos vuelven a ver al amadolider Felipón arrimando el hombro. Más caspa y más grasa para el cocido. Lo volverán a votar. Sin duda. Aunque ellos, sus hijos, hermanos, primos y sobrinos estén en paro. Aunque hayan perdido la casa por impago de la hipoteca, y aunque sigan yendo cada día a Cáritas Diocesana (de la Iglesia, si, de esa que se financia con la casilla que dicen que no hay que marcar en la declaración de la renta) a por algo de comer para sus hijos. Porque claro, es Felipe; y el PSOE es el PSOE. La España casposa rebrota.
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