No es que yo me considere una persona violenta. Más bien todo lo contrario. Lo que ocurre es que viendo hechos tan lamentables como este, hacen que salga lo peor de mí. No me quiero poner en el pellejo de este pobre hombre, pero desde luego que, más allá de implicaciones legales, sociales o económicas, si a mí una pájara de este calibre me hace una como esta, en el mejor de los casos la corto las manos, los pies, el clítoris, y la meo.
Porque ya basta de que el feminazismo humille, ridiculice y ajusticie al hombre. Esto ha de cambiar. Luego que nos gastamos pasta en juicios, en policía, en tecnología y demás historias para frenar la violencia "de género" (machista, que no feminazista, claro), cuando el cáncer está en la ley. La ultraprotección de los jueces a la mujer va a ir convirtiéndose cada vez más en asesinatos irracionales masivos. Y con toda la justicia del mundo. No sé si, como en otras cosas, la moda de ultraproteger a las minorías está de moda, o es que no hay ni un sólo político con huevos que alce la voz de una puñetera vez diciendo verdades.
Porque los hombres no hemos venido a este mundo ni a que se rían de nosotros ni a que nos pisoteen. Y las fulanas, si ejercen, que por lo menos hagan públicas sus tarifas antes de los servicios, para poder elegir antes.
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